La última película de Clint Eastwood cuenta una pequeña parte de la historia de Nelson Mandela, según el libro del periodista John Carlin Playing the Enemy: Nelson Mandela and the Game That Changed a Nation, y como a través de los Springbooks, el equipo sudafricano de rugby, y su capitán Piennar (Matt Damon), consigue que la mayoría negra y la minoría blanca, se sientan ilusionados por un objetivo común: Ganar la copa del mundo de rugby.
Es una historia contada de manera impecable, sin caer en maniqueísmos ni superaciones baratas. Clint Eastwood hace un trabajo más que digno como director, Morgan Freeman hace un trabajo aseado(que supongo que le valdrá un oscar), y cuenta con el apoyo de un más que solvente e infravalorado Matt Damon.
No me suelen gustar mucho las películas de superación, normalmente americanadas, que, vista una, vistas todas. Sin embargo, esta película sí me ha gustado . Está contada de una manera muy sutil, mucho más cuidada que películas similares de su género. Solo me queda la duda que parte de la película (o el libro más bien) es real y que parte ficción inventada por John Carlin.
Mientras la veía estuve pensando sobre Nelson Mandela y su historia. Pensé en un hombre que pasó 27 años en una celda enana (la de la foto) en Robben Island por luchar contra el Apartheid, que luego llegó a ser presidente de su país, y que perdonó a aquellos que lo encerraron buscando la reconciliación de su pueblo. Es realmente estremecedor si uno se para mínimamente a pensarlo.
Mi recomendación es que si vais al cine, aprovecheis para ver esta película antes que otras. No es la mejor película de Clint Eastwood, pero merece la pena echarle un vistazo.