Cuando yo era un chaval, alla por el 95, le daba muchísimo a la MTB. Sobre todo en verano. Cogía la bici, salía de Potes y subía a los puertos de Áliva, a San Glorio, al pico Bistruey en bici. Llegué a hacer algunas barbaridades que a día de hoy no se como pude hacerlas, pero me encantaban y me dejaban una sensación de felicidad terrible, de haber hecho DEPORTE con mayúsculas. Me encantaba
Luego lo fui dejando. Tuve una fase en la que hice muy poco deporte, allá en la universidad. Cuando volví a retomar el deporte pasé al gimnasio y a correr. Sobre todo el tema de correr empezo a ser mi deporte favorito (y lo sigue siendo), porque además lo prácticaba bastante cuando era un enano, y es un deporte muy agradecido en el sentido que siempre está ahí, y que en cualquier momento lo puedes practicar. Y además correr también me ha encantado siempre y me ha proporcionado esas sensaciones de hacer deporte de verdad. Así, poco a poco la bici quedó a un lado. No debería ser así, porque se puede hacer de todo, y más las personas que disfrutan (o disfrutamos) de hacer cualquier clase de deporte.Pero así fue. Así que salvo alguna salida esporádica en bici, igual hacía 15 años que no hacía bici en serio.
Ahora que no puedo correr y solo puedo darle a la bici, estoy saliendo muchos días, empezando a hacer cosas bastante interesantes. Pero sobre todo estoy recuperando aquellas sensaciones olvidadas, de sufrimiento sobre la flaca, de esfuerzo, sensaciones de estar haciendo puro deporte, sensaciones de juventud.
Creo que en adelante voy a darle algo más a la bici que hasta ahora, pueda correr o no.